domingo, 6 de noviembre de 2011

Es así.

Puede hacer que llueva, y parar una tormenta. Puede derretir los glaciares más grandes del mundo posando nada más la yema de sus dedos.
En un suspiro concentra todo el aire de poniente, y si decide abrir la boca se derrite el mar blanco de El Ejido.
Cuando camina bombea la tierra, y los volcanes entran en erupción.
No le digas que no es suyo el mundo porque se lo come de un bocado.

Cuando está bajo las sábanas confundo texturas, y si está conmigo... las paredes presencian un "no apto para adultos".


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